21 de junio de 2009

¿Qué es el Calostro?







Esta es la primera sustancia
que amamanta el bebé, la
cual es rica en nutrientes,
proteínas y minerales.
Por eso es fundamental que
los resien nacidos la consuman.






El calostro, es un líquido espeso y amarillo (algunas veces claro) al que llaman el líquido dorado. Gracias a su potente fórmula, rica en anticuerpos y glóbulos blancos, defiende de las bacterias, virus e incluso según las investigaciones, estimula la producción de anticuerpos en el sistema inmunológico de los recién nacidos.

Además cubre el intestino del bebé, previniendo que las bacterias invadan el sistema digestivo inmaduro y protege contra alergias y malestares digestivos.

El calostro estimula el paso del primer movimiento estomacal del bebé (el meconio) y ayuda a eliminar la bilirrubina, reduciendo el riesgo de ictericia.

Un poco de calostro hace mucho. El bebé probará cucharaditas y eso es todo lo que necesita. Como es fácil de digerir (rico en proteínas, vitaminas y minerales, bajo en grasas y azúcares) sirve como aperitivo perfecto para las aventuras alimenticias que vienen en camino. Por unos días satisfacerá el apetito incipiente y le dará el mejor comienzo para su salud.

La leche de transición, es decir, aquella que da el pecho entre el calostro y la leche madura, parece leche mezclada con jugo de naranja (afortunadamente a los recién nacidos, les sabe mejor que eso) y es la que aparece al principio. Al igual que el calostro, contiene niveles bajos de inmunoglobulina y proteína, pero tiene más lactosa, más grasa y más calorías.

La leche madura, que llega entre el décimo día y la segunda semana de postparto, es delgada y blanca (a veces un poco azulada). Parece leche aguada, pero está equipada con toda la grasa y otros nutrientes que necesitan los bebés en crecimiento.

¿Cómo limpio la mamadera de mi hijo?




Debido a que en sus primeros meses de vida el bebé aún no desarrolla del todo sus defensas, no basta sólo con lavar la mamadera, aunque esto se realice con la escobilla adecuada, sino que también hay que esterilizarlas.

Primero, se deben botar los restos de leche y luego se lava con agua, fría o tibia, el frasco y el chupete. Ambos se limpian cuidadosamente con la escobilla para limpiar mamaderas, poniendo especial atención en los bordes.

Una vez hecho esto, se realiza la esterilización, que puede ser de tres formas:

1. En una olla: este método más casero consiste en sumergir el biberón en una olla llena de agua, que se tapa y se pone al fuego. Debe ser un recipiente especialmente para eso, ya que no se puede contaminar con otros productos porque podrían causarle alguna enfermedad al bebé.El tiempo que debe permanecer hirviendo la mamadera es de diez minutos y hay que evitar la evaporación del agua. Si utiliza una olla a presión, debe esperar siete minutos desde que la válvula comienza a rotar.

2. En esterilizadores eléctricos o para microondas: En el mercado existe una variedad amplia de este tipo de esterilizadores a vapor y se pueden encontrar en grandes tiendas por valores desde 22 mil pesos.

3. En frío: Se ponen los utensilios en un recipiente de plástico o de vidrio con agua y se aplica la pastilla o solución líquida que hayas escogido. En cada paquete está indicada la cantidad de agua que debes agregar y el tiempo que la mamadera debe permanecer en ella.

Debes verificar que los utensilios estén completamente sumergidos en la solución, para así evitar cualquier tipo de contaminación. Una vez que las mamaderas estén listas, según el tiempo de cada producto, se deben sacar con las manos limpias. Lo frecuente es que las soluciones duren 24 horas y que se pueda esterilizar todos los biberones del día.
No es necesario que esterilices las mamaderas de una, puedes optimizar el tiempo esterilizando varias a la vez y debes fijarte que el biberón no tenga rasgaduras porque puede ser foco de infección para tu bebé.
Una vez que hayas terminado la esterilización coloca las mamaderas boca abajo en papel secante muy limpio y puedes quitarles el exceso de agua con una toalla de papel, no con un paño de cocina. Cuando esté listo, puedes guardar las mamaderas en el congelador por hasta dos días.

Efectos de anticonceptivos orales en la lactancia



Los anticonceptivos en base a hormonas están conformados, por lo general, de dos sustancias químicas que imitan las hormonas de la mujer: el estrógeno y el progestágeno. Los métodos de este tipo más conocidos son los inyectables y las pastillas.

Algunas de las consecuencias que se han comprobado en el bebé son:

Ginecomastia: Se produce un desarrollo del tejido mamario en hombres, aunque la causa se desconoce, se cree que es originada debido a un desorden de estrógenos y andrógenos. Este problema se presentó en algunos lactantes, que tenían desde tres semanas, cuando las madres tomaban anticonceptivos orales con estrógeno y progestágeno. Esta complicación desapareció unas semanas después que las madres dejaron de ingerir estos métodos para el control de la natalidad.

Déficit de folato: En algunas ocasiones, cuando las madres consumen este tipo de anticonceptivos, se produce una baja considerable de acido folico en los lactantes, lo que puede provocar problemas en el bebé, como anemia.Disminución de peso del bebé: Al comparar el peso de los lactantes cuyas madres consumen este tipo de anticonceptivos, algunos estudios señalan que hasta el año de edad existe un peso inferior en relación a lactantes de madres que no se cuidan con anticonceptivos hormonales.Asimismo, estudios comprobaron la existencia de una influencia en la madre y en su producción de leche:

-Reducción del tiempo de lactancia: en un estudio, las madres que consumían este tipo de anticonceptivos presentaron una notoria inhibición del tiempo de duración de la lactancia.

-Cambios en la composición de la leche: en las madres con un estado de nutrición normal no se observaron grandes cambios, pero en las que sí tenían algún problema (como desnutrición) hubo una disminución significativa en la cantidad y calidad de la leche.

Debes tener claro que son pocos los estudios respecto a la influencia de los anticonceptivos en el desarrollo de lactantes, y con poco consenso en la comunidad científica.

De todos modos, si necesitas consumir anticonceptivos hormonales para estar más segura, debes consultar con tu médico quien te dará los adecuados, en base a tus características físicas y a la edad y peso de tu bebé.

Es probable que el doctor te dé las llamadas mini píldoras, que son unos anticonceptivos cuyo principal compuesto es la progestina, en baja cantidad, que utiliza sólo progestágeno y reemplaza a los estrógenos.
Para prevenir cualquier tipo de alteración puedes probar con anticonceptivos artificiales que no provocan daño al bebé, porque son de uso externo y que tienen más de un 90 por ciento de efectividad. Éstos son:

-Preservativo masculino
-DIU o dispositivo intrauterino.
-Endoceptivo.
-Diafragma

Problemas de lactancia: Cuando no se puede o no se debe dar pecho


Para algunas mujeres las ventajas y desventajas de una y otra manera de alimentación no significan nada. Para ellas no hay opción, porque existen problemas de lactancia, ya sea por motivos de su propia salud o del niño. Si en su historia médica figura alguna de las siguientes enfermedades que mencionaremos a continuación, se le aconsejará que no trate de alimentar al bebé a través del pecho.

Una grave enfermedad debilitante (como afección cardiaca, renal o anemia severa) o extrema deficiencia del peso (su organismo necesita de grasa para producir leche). Sin embargo algunas mujeres logran superar esos obstáculos y amamantar normalmente a sus bebés.
Infección grave, como
barbituricos y otras pastillas o heroína, metadona, cocaína, marihuana, tabaco y el uso moderado o exagerado de cafeína y alcohol (una copa ocasional no hace daño). Estar expuesto a ciertos químicos tóxicos en el lugar de trabajo. Para determinar si usted ha estado expuesto a este tipo de químicos, consulte a un experto.
Inadecuado tejido glandunar
de los senos (no tiene nada que ver con el tamaño de los pechos) o lesión de los nervios de los pezones (por accidente o cirugía). En algunos casos se puede dar pecho bajo cuidadosa vigilancia médica para así ver la evolución del bebé. Si usted ha tenido cáncer de seno, debe consultarle al médico si puede amamantar a su bebé con el otro.

Además existen algunas condiciones del recién nacido donde no se aconseja la crianza con pecho:

Un desorden metabolico
, como la fenilcetonuria o intolerancia a la lactosa, que hace que el bebé no pueda digerir la leche materna. El tratamiento con fenilcetonuria incluye un suplemento con fórmula exenta de fenila- lanina. Esta fórmula se puede mezclar con leche materna siempre y cuando los niveles de sangre se monitoreen rigurosamente y se controle la cantidad de leche materna, que se le da al bebé. En caso de intolerancia a la lactosa, que es muy rara en la infancia, se puede tratar con leche extraída de la madre para hacerla así más digerible, pero siempre se debe consultar a un médico.
Una deformación de los labios, como labio partido o paladar hendido, que hace difícil o imposible tomar el pecho. Sin embargo en algunos casos, la madre puede usar un sistema nutritivo supletorio o extraer la leche para alimentar al niño nacido con este defecto y, después de la cirugía correctiva tal vez, hasta pueda darle pecho. Se debe consultar a un médico antes de tomar la decisión alimenticia.

En caso de no querer o no poder amamantar al bebé, puede tener la seguridad de que las leches comerciales de fórmula nutrirán a su hijo adecuadamente. Sólo en casos excepcionales se encuentran pequeños que desarrollan alergias múltiples que requieren de leche especial. Millones de niños son los que se han criado con mamadera sanos y felices, de la misma forma podrá criar al suyo, siempre y cuando recuerde que la comida con biberón se debe dar con tanto amor como el pecho materno.

Leche artificial: ¿Una buena opción?


La lactancia materna es un tema para toda mujer que comienza a vivir esta etapa tan importante de la vida. Sin embargo, la naturaleza y la sociedad han hecho que este proceso cambie, naciendo así la leche artificial, que ha mejorado con los años, pero a pesar de ello aún no logra entregar los mismos beneficios que la leche materna y es muy probable que jamás lo pueda hacer.Por esta razón te entregamos un detalle de los beneficios que pueden entregar la leche artificial, que a pesar de ser una segunda opción, no quiere decir que sea la peor.


Las ventajas de la leche artificial:

Las principales organizaciones médicas consideran la lactancia materna como la mejor opción nutricional para un bebé, pero no todas las madres quieren o pueden amamantar a sus bebés. Las leches infantiles comercializadas son una alternativa nutritiva a la leche materna ya que inclusive contienen hierro.Fabricada en condiciones de esterilidad, las leches artificiales intentan reproducir en la medida de lo posible las propiedades y la composición de la leche materna utilizando una compleja combinación de vitaminas que serían imposibles de fabricar artesanalmente en casa. Por lo tanto, si usted no amamanta a su bebé, es importante que le dé solamente leche infantil comercializada en vez de intentar elaborar una en casa.

Comodidad:
Cualquiera de los dos progenitores (o cualquier otro a cargo) puede darle el biberón al bebé en cualquier momento (aunque esto también se puede hacer cuando la madre se extrae leche manualmente o con un extractor de leche). Esto permite que la madre comparta la responsabilidad de alimentar al bebé con el padre y ayuda a este último a involucrarse más en la alimentación del bebé, algo crucial en el proceso de formación del vínculo de apego.

Carece de anticuerpos:

Ninguno de los anticuerpos más importantes que contiene la leche materna se encuentra en la leche artificial, lo que significa que ésta no proporciona al bebé la protección añadida contra las infecciones y enfermedades que proporciona la leche materna.

Coste económico:

La leche artificial cuesta dinero. Las variantes en polvo son las más baratas, seguidas de las concentradas, siendo las más caras las que se venden listas para el uso. Y las leches especiales (por ejemplo, de soja o las hipoalergénicas) son más costosas–a veces mucho más caras- que las básicas.

Técnicas y posiciones para amamantar


Existen muchas posiciones que se pueden descubrir para que el momento de la lactancia sea muy agradable. La más importante es la posición “básica”, de la cual derivan casi todas las demás: poner al bebé de lado, frente al pezón. Asegúrese que todo el cuerpo del bebé esté de frente al de la mamá, que queden estómago con estómago, con su oreja, hombro y cadera en línea recta, que la cabeza del bebé no se voltee de lado. Debe estar en línea recta con el resto de su cuerpo. Imagine lo difícil que sería tomar y tragar mientras voltea su cabeza, es lo mismo que pasa con el bebé.



En forma de cruz:



Sostenga la cabeza del bebé con la mano opuesta al pecho que dará leche (si amamanta con el pecho derecho, sostenga la cabeza de su hijo con la mano izquierda). Su muñeca debe quedar descansada entre los hombros del bebé, su pulgar detrás de una oreja y sus otros dedos detrás de la otra oreja. Con la mano derecha tome el pecho izquierdo, ponga el pulgar debajo del pezón y la aureola, en el lugar donde la nariz de su bebé va a tocar el pecho. Su dedo índice debe estar en el lugar en el que la mandíbula del bebé va a tocar el pecho. Comprima el pezón suavemente, esto hará que el pecho tome una forma más cercana a las de la boca del bebé. Después de esto estarán listos para el proceso de alimentación.



Como en el fútbol americano:



Esta posición es muy útil para las mamás que tienen parto con cesárea. Evita poner al bebé contra el abdomen, si sus pechos son largos, si su bebé es pequeño o prematuro o si está alimentando a gemelos. No requiere de experiencia previa, simplemente debe tomar al bebé como si tomara una pelota de fútbol americano. Ponga al bebé de su lado en una posición semi sentado, de frente a usted, la piernas de su pequeño quedan debajo del brazo derecho (si está amamantando con el pecho de ese mismo lado). Utilice almohadas para dejar al bebé al nivel del pezón. Sostenga la cabeza del bebé con la mano derecha y tome su pecho con la mano izquierda, como lo haría en la posición en forma de cruz.



Posición de cuna:



En esta posición clásica de lactancia, la cabeza del bebé reposa en la curva de su codo y su mano sostiene el muslo o las nalgas del pequeño. Debe poner el brazo bajo el bebé (si está amamantando con el pecho derecho, es el brazo izquierdo del recién nacido), se saca debajo de su brazo y alrededor de la cintura. Sostenga su pecho con la mano izquierda, si está amamantando con la mano derecha, como en posición en forma de cruz.


Acostado de lado:


Esta es una buena posición si quiere amamantar a media noche o cuando necesita un descanso. Acuéstese de lado con una almohada que sostenga su cabeza. Debe poner al bebé de lado, frente a usted, estómago contra estómago. Asegúrese de que la boca del pequeño esté ligada a su pezón. Sostenga el pecho con su mano como en la otra posición de amamantar. Puede poner una pequeña almohada detrás de la espalda del bebé para mantenerlo cerca.En cualquiera de las posiciones que usted escoja, debe asegurarse que el bebé se acerque al pecho y no que el pecho se acerque al bebé. Muchos de los problemas de la lactancia ocurren porque la mamá está inclinada hacia el bebé, tratando de introducir el pezón en la boca del niño. Lo ideal es mantener la espalda recta y llevar al bebé hacia el pecho..